A veces dicen que soy una crack

A veces dicen que soy una crack… muchas veces, en realidad.

Tener 8 hijos, trabajar fuera de casa, invitar a meriendas y cenas, tener un blog, inventarme planes, cantar con mi amigos…  parece que quizá un poquito crack sí parezco, ¿no?

Pero no lo soy.OTROS LO SON POR MÍ. No puedo apuntarme tantos que no son míos.

Ayer empezamos una reunión de trabajo inesperada y urgente cinco minutos antes de tener que salir a recoger a los niños del cole. Cuando vi que se iba a alargar y que no podía irme, con todo el agobio porque ya era tarde, cogí el móvil y sólo escribí: “Rocío…”. A los dos minutos veo por la ventana que da al parking a mi compañera Rocío correr, subirse a su coche y volar a por mis hijos. Y a los 20 minutos recibo un mensaje: “Paquete entregado”.

Sólo hizo falta una palabra.

Sería absolutamente injusto apropiarme de una palabra que no me corresponde, la de crack, porque esa palabra la comparte mucha gente que me hace la vida fácil, que me permiten llevar una vida muy completa y que me hace feliz.

El fin de semana pasado mis dos hijos mayores jugaban un partido a las 8 de la mañana. Estábamos agobiados pensando en el madrugón de un sábado cuando a mi Muju le llegó un mensaje de Alfonso: “Recojo a los niños a las 7:45h. y así tú vas más tarde a verles jugar”.

No sería una buena madre sin mi Muju, no sería una buena ama de casa sin mi Gladys, no sería una buena amiga sin todas las demás, que me recuerdan las fechas de cumpleaños, y que me avisan si una está más baja y debemos animarla.

Le digo a Rosa que le tendrían que dar el carnet de familia numerosa. Ella tiene dos hijos pero su casa está siempre llena de niños, entre ellos el mío, y hace los planes más divertidos que se pueden organizar. Además, como mi niño es alérgico a la leche, tiene siempre leche de soja en la despensa, para cuando va a merendar. J

En el chat de la clase de mi rubita se han organizado varios cumpleaños desde que empezó el curso. El otro día dije que estaba un poco perdida con el dinero que debo de los regalos y al ratito me llegó un mensaje de Patricia, con un recuento de todos los cumpleaños que había habido en el curso, cuánto había que poner para el regalo y a quién dárselo. ¿Es una crack o no es una crack?

Gracias a Myriam, mi amiga, pediatra y madrina del Bollu, me he ahorrado muchos viajes a urgencias. Cuando tengo hospital de campaña en casa viene y va pasando consultas en batería. El otro día vino aun encontrándose ella mal.

Podría nombrar a tanta gente… perdonad si no lo hago pero estoy pensando en cada uno. Los que me hacéis mejor madre, mejor amiga, mejor persona, mejor profesional. Me hacéis la vida fácil, me hacéis sonreír.

Estamos rodeados de auténticas maquinarias invisibles de ayuda, de solidaridad, de generosidad. Si se pudiera extraer toda esa energía positiva, estoy segura de que no harían falta centrales eléctricas, ni molinos de viento. La gente es buena y hoy os quiero dar las GRACIAS, nos conozcamos o no, por colaborar en ello.

SOIS TODOS UNOS CRACKS.