Toxoplasmosis en mi embarazo

Como muchas me habéis pedido que lo cuente hoy escribo sobre cómo fue y está siendo el tema de la toxoplasmosis de Martina.

Voy a intentar contarlo todo lo bien que pueda desde la visión de una humilde madre, no soy médico y realmente no entiendo bien todo lo que pasa, pero voy a intentar ser lo más concreta posible.

También espero NO AGOBIAR A NADIE, es muy muy raro coger la enfermedad y mucho más raro contagiar al bebé. Pero sí espero ayudar a darle la importancia que tiene.

Este es mi octavo embarazo. Pasé los 7 anteriores, como todas, haciéndome pruebas en los análisis de cada trimestre sobre el toxoplasma, y siempre ha salido negativo. Las dos primeras analíticas del octavo embarazo salieron bien y en la tercera llegó la sorpresa.

En la cita con el ginecólogo él apoyó su mano sobre la mía y noté que ahí pasaba algo. Los resultados de mis análisis daban una cosa extraña, como si fuera un falso positivo de toxoplasmosis. (No quiero ser muy técnica para no liar, pero para la que entienda daba Igm positiva, Igg negativa). Me repitieron los análisis, y volvió a dar ese resultado. Así que repitieron hasta 5 veces por asegurar, pero siempre salía lo mismo, hasta que por fin se convirtió en positivo. Estaba embarazada de 6 meses y acababa de coger toxoplasmosis.

Aunque nos lo tomamos con bastante tranquilidad y confianza, (mi Muju siempre me da la paz que necesito) en ese momento empiezan a asaltar miles de dudas: ¿Cómo la he cogido? ¿Qué he hecho mal? ¿Se contagiará mi niña? ¿Medicación sí o no? ¿pero qué he hecho mal?… para esto las madres somos unas campeonas, el sentimiento de culpabilidad es algo que me va a acompañar ya toda la vida.

En mis primeros embarazos era bastante inconsciente y no me lo tomaba muy en serio. “¿Quién conoce alguien contagiado?”, “mi ginecólogo dice que es una exageración”… comía jamón serrano y otras cosas sin problema, sin darle importancia al tema. Pero justo en éste, no sé si porque ahora soy más madura o qué, lo estaba haciendo de libro: nada de carne poco hecha, nada de embutido…. Millones de vueltas le he dado, aunque intente evitarlo, pero cada vez tengo más claro que el contagio vino sencillamente de una lechuga.

Cuando un adulto coge toxoplasmosis prácticamente no lo nota. Lo pasas como un catarro o algo parecido y sin secuelas. Yo recuerdo que tuve dos días malos, muy cansada, pero no le di importancia, estaba embarazada y ¡tenía 7 niños que atender!. J El problema es que se lo contagies al niño, como no tiene todos los órganos bien formados le puede afectar. Para eso te dan la opción de la medicación, que realmente no asegura nada pero para la cual yo no tuve dudas, mejor prevenir, pase lo que pase.

La posibilidad de que tu bebé contraiga la infección aumenta a medida que tu embarazo avanza. Para explicarlo fácilmente, si la coges al principio del embarazo, tienes pocas posibilidades de contagiar al bebé, aunque de contagiarse, las secuelas serían mayores. Si las coges al final, hay más posibilidades de contagio, pero con menores secuelas o ninguna.

Estuve tres meses tomando la medicación. Cuando nació Martina, recuerdo que me la pusieron encima y yo solo le daba besos y le pedía perdón, perdón, perdón… Se la llevaron el mismo día para hacerle pruebas, todas resultaron bien. Aun así durante un año más o menos hay que ir haciendo analíticas y más pruebas: ecos de cerebro, fondo de ojo… Las primeras salieron bien, las segundas, las terceras… los niveles bajaban y, aunque parecía casi evidente que no se había contagiado, otra vez tuvimos sorpresa. Las palabras del pediatra de “infecciosas” fueron: “bad news”. (Os lo conté en Instagram, ese día que yo estaba en el hospital con la rubita porque le habían operado de una hernia…). El pobre pediatra estaba también descolocado. Y otra vez vuelta a un poquitito de tristeza, nervios, paciencia y esperanza, mucha esperanza. A pedir rezos para ella y a confiar en Dios y prepararse para lo que haga falta. Un año de medicación fuerte para la pobre Martina, intentando (pero no asegurando) matar al parásito.

Ahora estamos en ese punto: llevamos 4 meses de medicación. Aunque la medicina es muy fuerte, la realidad es Martina está bien, de hecho está más que bien. Súper espabilada y riquíííísima. Tiene algún efecto secundario temporal pero no es tan duro como parecía al principio. Esperamos de verdad que todo esté funcionando.

Tenemos mucha suerte porque podía haber sido peor… le damos muchas gracias a Dios. Pero también estamos preparados si vuelven a llegar noticias reguleras, que de aquí a muchos años todavía podrían llegar, especialmente en el tema de la vista.

Algunas ideas importantes:

– Las precauciones para la toxoplasmosis hay que tomárselas en serio. Sabéis que se transmite al ingerir carne poco hecha, embutido poco curado y con fruta y verdura mal lavadas. También se dice que a través de los gatos (de esto hay que informarse bien para no hacer alarma, ya que tendría que ser con un gato infectado, tocando sus heces y luego no lavarse las manos…)

– Si diera positivo alguna analítica, QUE ES MUY MUY RARO, si hay duda repite los análisis tuyos y del bebé cuando nazca, hasta que estéis bien seguros de que se confirma el positivo o el negativo. (En mi caso hasta 5 veces y en el caso de Martina, cuando ya parecía claramente que no tenía, gracias a la precaución del pediatra de repetir analítica a los nueves meses salió el positivo. Si no, ahora la tendría y no estaríamos medicando para prevenir secuelas).

– Tranquilidad, mi caso no es lo normal. Conozco tres personas que han tenido toxoplasmosis en el embarazo y no han contagiado al niño. Eso es lo más excepcional. Incluso en mi caso, las cosas van muy bien.

– Los médicos saben mucho sobre esto, es un protocolo estandarizado. Pero si te preguntan si medicar o no en el embarazo, aunque no esté demostrado el resultado mi consejo es hacerlo. Quién sabe si no hubiera habido más secuelas si yo no lo hubiera hecho.

Bueno, amigos, espero haber aportado algo. Este tema, aunque suena a todo el mundo no se conoce bien y me parecía bueno contar mi experiencia. Nosotras estamos muy bien, gracias a Dios. Y pase lo que pase estaremos bien. ¡Espero que todos vosotros también!

¡¡Somos las reinas del mundo!! 🙂

¡¡Besos!!