7 pares de katiuskas, casualmente o no tan casual…

Me pareció increíblemente increíble cuando el otro día mi hermano me mandó, desde Inglaterra, esta foto, hecha a una «obra» en la pared de la residencia-hospital donde estaba con su familia:

Imagen

Mi hermano y su mujer, hace ya casi tres años, se embarcaron en una gran aventura: la de aumentar su familia formada por ellos dos y su Carlitos, con una niña con síndrome de Hoorler, (enfermedad rara donde las haya), una maravillosa niña llamada Chloe. Ya en el embarazo, supieron que iba a convertirse en la alegría de sus existencias y también en el gran sufrimiento de sus vidas, (qué puede haber peor que ver a un hijo sufrir) y ya en el embarazo asumieron la gran responsabilidad y el gran reto de entregar toda su energía y fuerza en llenar de plenitud cada día que ella esté con nosotros.

Y en ello están: se van a cumplir tres años de hospitales, de jeringuillas, de lloros, de aislamiento, de tantos momentos importantes que no han podido vivir, de agobios y de desesperación, pero tres años también de una entrega incondicional, de una lucha continua, de una fuerza descomunal, de unión brutal, de sentido del humor en la adversidad, de madurez absoluta, de confianza, y de un amor que creo que nadie que no lo haya vivido podrá entender y que a todos los que les conocemos nos da envidia de la de verdad.

Cómo es posible que a una niña a la que he cogido dos veces en mi vida pueda decirme tanto, enseñarme tanto de la vida y darme tantas ganas y tanta fuerza. Cómo es posible que su sonrisa sea motor. Cómo es posible que no pueda compartir yo un poquito de lo que tiene, para aligerarle un poco a ella y a ellos. Cómo es posible que os queramos tanto, Chloe, Carlitos y hermanos… GRACIAS. GRACIAS, sin más.

Me alegro de que a pesar de no poder estar con vosotros físicamente, os acordéis de nuestros 7 de pares de katiuskas, al ver esa imagen y nos sintáis, todavía, un poquito más cerca a todos (tantos) los que os queremos. ¡Go, Chloe go!  

 

 

9 pensamientos en “7 pares de katiuskas, casualmente o no tan casual…

  1. Nosotros también hemos pasado nuestro pequeño calvario. No duró más que año y medio y ya llevamos un año en remisión.
    No sabes cuánto te entiendo.
    Nunca estamos preparados para la enfermedad de un ser querido, pero mucho menos si se trata de un niño.
    Mucho ánimo para esa niña tan afortunada por tener a su lado una grandísima familia.

  2. Tremendo ejemplo de familia unida, da gusto veros, oiros y , teneros de amigos. Ánimo infinito y nos acordamos mucho. Besos de los luxemburgueses

  3. Animo a esos luchadores incansables y a toda la familia, que tenéis un papel fundamental en la vida de la pequeña Chloe y de sus admirables padres. Besos!!

  4. Se me han puesto los pelos de punta al leer tu mensaje, Palu. Muchísimo ánimo para esa familia luchadora y unida, y un beso y un achuchón enorme a la princesa Chloe!!!!

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